Influencia del precio del CO2 y la electricidad en el sector oleícola

En el blog de hoy vamos a tratar de explicaros un tema en auge y que está en boca de todos, la subida de la electricidad. Y nos centraremos concretamente en la influencia del precio del CO2 y la electricidad en el sector oleícola.

Aunque no solo nos quedaremos en este punto, ya que para entender por qué ha subido y sigue subiendo la electricidad hay que entender la influencia del precio del CO2, el gas natural y ciertas situaciones geopolíticas que se están dando. Estos temas los trataremos en una serie de 3 blogs, de la cual este es el primero.

Todo esto acaba afectando a los consumidores y a las empresas. 

Y en este blog nos centraremos en la influencia del CO2 y la electricidad en el sector oleícola. Para ello, primero necesitamos entender la cadena de valor del sector oleícola.

La cadena de valor del sector oleícola

La cadena de valor del sector oleícola está formada principalmente por los siguientes actores:

  • Agricultores: que emplean principalmente maquinaria para abonar y recoger la oliva, la cual suele funcionar con diésel.
  • Almazaras: que molturan la oliva produciendo aceite de oliva y alperujo, necesita electricidad y transportar tanto el aceite de oliva como el alperujo.
  • Orujeras: que trata el alperujo obteniendo normalmente aceite de orujo de oliva, hueso (biocombustible sólido) y orujo, para lo que necesita electricidad y gas natural.
  • Refinadoras: que refinan el aceite de orujo de oliva, para lo que necesitan energía eléctrica y térmica.
  • Envasadoras: que envasan el aceite de oliva y el aceite de orujo de oliva refinado, para lo que necesitan electricidad.
  • Distribuidores: que distribuyen el aceite de oliva y el aceite de orujo de oliva refinado, para lo que necesitan vehículos que suelen funcionar con diésel y el coste eléctrico de la tienda.

Estos son, a grandes rasgos, los principales agentes de la cadena de valor del sector oleícola.

Como ya os habréis dado cuenta, en cada uno de los agentes influye como mínimo el precio del CO2; es decir, el mercado de derechos de emisiones (EUAs), pues el que no usa gas natural, usa diésel y/o electricidad. Además, en mayor o menor medida todos los agentes utilizan agua, la cual hay que bombear y previamente es extraída y tratada adecuadamente; de forma que directa o indirectamente entra en juego nuestra best friend la electricidad.

Antes de seguir…

¿Qué es esto del mercado de EUAs y cómo funciona?

Para entender esto bien tenemos que recapitular casi 20 años atrás. En 2003 la Unión Europea estableció un sistema de limitación e intercambio con el objetivo de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero en las actividades industriales. Esto consiste en que anualmente las empresas deben presentar tantos derechos de emisión como emisiones se hayan medido, reportado y verificado cada año. Los estados de la UE27, Islandia, Liechtenstein y Noruega, emiten un número determinado de EUAs. Esta cantidad cada año es menor y debe ser compatible con el objetivo de reducción de emisiones del 55% en el año 2030 vs 2005.

El Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (UE ETS) subasta el 57% del total de EUAs industriales y el resto se asigna de manera gratuita a compañías con riesgo de deslocalización (sectores fuga de carbono) fuera de Europa. Esto se realiza para competir en un mercado internacional no afectado por la obligación de adquisición de derechos de emisión. En estas actividades se establecen estándares de emisión por unidad de producto tomando como referencia el 10% de las instalaciones más eficientes. Mientras que las instalaciones con más emisiones por unidad de producto compran en el mercado los EUAs que no queden cubiertas por la asignación gratuita.

El propósito de este sistema es que el precio de las emisiones incentive la mejora tecnológica o la sustitución de combustibles en la producción. Igualando las obligaciones a las industrias en toda la UE, la reducción de emisiones se realizará allí donde sea más eficiente.

Ahora bien, el EU ETS es un mercado en el cualquier persona física o jurídica puede abrir una cuenta en el registro y operar; ya sea en un mercado oficial, como EEX o ICE, o bien directamente con otras compañías. Y como los EUAs están clasificados como activo financiero bajo la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MIFID II), ha atraído a muchos inversores que buscan activos relacionados con las políticas ESG (Environmental, Social and Governance).

Entonces vino la subida de los EUAs

Todo ello ha conllevado a que el precio de los EUAs subiese un 170% de mayo de 2020 a mayo de 2021; es decir, motivado por las necesidades de compra de las industrias obligadas a la presentación de los derechos y por la llegada de otros inversores al mercado.

Siempre que las políticas de la UE para la descarbonización se muestran fiables y sólidas, con los niveles de precio actuales es muy probable que muchas compañías estén planteándose invertir para reducir la emisión de GEI.

Por otro lado, el precio actual de los EUAs está influyendo en el precio de la electricidad de todos los consumidores europeos, con precios spot sostenidos no vistos ni en los peores momentos de crisis del petróleo. Además, los distintos gobiernos europeos, incluído el español están subiendo los impuestos verdes a los combustibles o creando, como en el caso de Alemania, su propio esquema de comercio de emisiones para las actividades no cubiertas por el EU ETS. Los costes de descarbonización se trasladan a todos los consumidores por igual, penalizando sobre todo a aquellos de menores ingresos. Es previsible que todo lo anterior aumente el malestar ciudadano y la presión para que los políticos busquen rebajar en el futuro las medidas puestas en marcha o necesarias para avanzar hacia el objetivo acordado en la UE.

Los objetivos de descarbonización de la UE y Reino Unido son los más ambiciosos del mundo; siendo el objetivo llegar a una emisión neta cero de GEI en 2050. Aunque los cambios requerirán grandes esfuerzos por parte de los ciudadanos y gran cantidad de financiación pública para las mejoras tecnológicas imprescindibles. Estas mejoras tienen el fin de, por un lado, sustituir los combustibles fósiles, para lo que se requiere producir hidrógeno verde, biogás o biometano y, por otro lado, secuestrar y almacenar carbono cuando no se pueda evitar el uso de combustibles fósiles. Tendremos que estar preparados y los gobiernos deberán informar adecuadamente a los ciudadanos de todo ello.

Pero no tuvieron en cuenta la influencia del precio del CO2 al cotizar en el mercado…

En 2019 se acordó a nivel europeo subir progresivamente el precio del CO2 para que se utilizasen energías renovables y biomasa, bajando la dotación del 70% al 50-60% y el objetivo era que el precio del CO2 alcanzase los 30€ en 2021. Pero no tuvieron en cuenta la influencia de los fondos de inversión e inversionistas; de forma que, hablando mal y pronto, compraron barato y están vendiendo aproximadamente el doble del precio planteado por la UE.

La influencia del precio del CO2 y el conflicto del gas natural

Ahora que ya hemos entendido a grandes rasgos la influencia del precio del CO2 y de la electricidad en el sector oleícola; es decir, cómo funciona el mercado del CO2, vamos a repasar las formas de producir electricidad para entender la influencia del CO2 sobre esta.

Principalmente producimos electricidad a partir de energía nuclear, hidráulica, eólica, solar, biogás (minoritaria), térmica (carbón o biomasa) y cogeneración con gas natural.

El problema surge en que principalmente producimos electricidad mediante la quema de carbón, lo que tiene elevadas emisiones de CO2. Además, las centrales de cogeneración con gas natural también tienen emisiones de CO2, aunque menores que las de carbón. El problema de estas últimas es principalmente geopolítico.

Ahora entra en juego la política internacional…

Los conflictos geopolíticos han aumentado por diversos factores interrelacionados. Por un lado, tenemos los conflictos geopolíticos de Rusia y Ucrania junto con el de Marruecos y Argelia. Y ,por otro lado, tenemos a la pandemia debido a:

  • el fuerte aumento de la demanda energética por la reapertura de las economías mundiales, las cuales han visibilizado la tendencia hacia la descarbonización
  • y la gran demanda de China provocando el desequilibrio del mercado energético mundial y de un aumento de la inflación.

En los siguientes blogs seguiremos profundizando en los conflictos geopolíticos de Rusia vs Ucrania y de Marruecos vs Argelia.

¡Muchas gracias por leer esta primera parte y hasta el próximo blog!

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