El sector de las orujeras es una parte esencial de la cadena de valor de la industria oleícola y olivarera, aportando soluciones a un problema medioambiental y generando una salida comercial al aceite de orujo de oliva, el hueso y el orujillo sobre todo. Sin embargo, la situación actual de bajos precios en el sector, unido a las crecientes producciones, han situado al sector en una situación muy delicada.
Un reciente estudio de Juan Vilar Consultores y ANEO, la asociación que engloba a las orujeras españolas –entre ellas cuatro extremeñas- alertaba de la situación. “El nivel de costes que ostentan actualmente las mismas, eludiendo cualquier pago por la retirada y transporte del alpeorujo, incluyendo costes de producción, así como, gastos generales, supera con creces a los ingresos obtenidos”. Por cada tonelada de procesado de alpeorujo se perderían casi 5 euros.
En la nueva campaña olivarera recién comenzada, la previsión es procesar en torno a las 9 millones de toneladas de alperujo. Actualmente la empresa sigue trabajando en un desarrollo mayor del proyecto incluyendo compensación de huella de carbono y generación de empleo
¿Hay alternativas para lograr sacar más valor añadido al producto? Tres jóvenes emprendedores –Iñigo Monreal, María Jara y Rubén Escudero- han creado la empresa innovadora Smallops para cubrir una necesidad de las industrias orujeras y cambiar en parte de su modelo de negocios. Y lo quieren hacer desde Extremadura, al su sede desde marzo de 2020 en Madrigal de la Vera. “Fue un poco por casualidad porque ninguno de los tres socios tenemos relación con Extremadura. Entablamos contacto con la empresa Metanogenia, que está en Badajoz y que tiene experiencia en el campo del biogás, y decidimos crear la sede aquí”.
Alpechín
La clave de todo el proyecto está en la obtención de un nanomaterial a partir del alpechín que actualmente es tratado en plantas de tratamiento de aguas residuales con grandes dificultades debido a su fitotoxicidad. Permite una segunda vida al residuo creando nanopartículas de hierro cerovalente envueltas en una matriz de carbono mediante la utilización de técnicas de carbonización hidrotermal. Iñigo Monreal, CEO de Smallops, explica los pasos de su obtención y sus posibilidades. “El proceso es sencillo. En la orujera parte del alperujo se filtra, de esta manera obtenemos el alpechín sin sólidos en suspensión, el cual junto con una determinada materia prima se introducirán en un reactor. En este reactor se llevará a cabo el proceso de tratamiento del alpechín tras el que se obtiene un nanomaterial (ops) y un líquido. Tras un proceso de filtrado las ops se almacenarán en un tanque y el líquido restante se mezclará con los sólidos provenientes de la filtración del alperujo. Esta mezcla de sólidos de alperujo junto con el líquido se introducirán en el biodigestor junto con una cantidad de alperujo dando lugar a la creación de biogás. El biogás tras pasar por un proceso de refinado dará lugar al biometano”.